sábado, 18 de octubre de 2008

Lo que todo maestro debe saber



¿Qué decretos han legislado la evaluación del Sistema Educativo en Colombia?
A partir de la ley 115 de 1994, se cambió el sistema tradicional de evaluación y promoción de los estudiantes de los distintos niveles y los ciclos de la educación.
La evaluación ya no es sumativa, sino formativa integral y cualitativa, este resultado condujo a la expedición de nuevas normas sobre este fondo, como el decreto 1860/1994
Y 230/2002 y 3055/2002
En estas normas 1860/19994 en el capitulo sexto está dedicado a la evaluación y promoción se determinó la constitución de comisiones de evaluación y promoción(derogado por el decreto 230/2002) con el fin de analizar y apoyar las acciones pertinentes a la recuperación de los logros insuficientes por parte de los alumnos y definir actividades complementarias para este fin, una entrega de informes descriptivos y cualitativos sobre los logros y aspectos a mejorar de los educandos, esto con el fin de reemplazar la tradicional libreta de calificaciones numéricas entre otras.
Por su parte el decreto230/2002 recogió el proceso de evaluación acreditado en el decreto 1860/1994 con la determinación de cuatro periodos académicos durante el año escolar con una escala cualitativa de valoración de: Excelente, sobresaliente, aceptable, insuficiente y deficiente.
El decreto 3055/2002 reformó el artículo 9 del decreto 230/2002, diciendo que los establecimientos educativos tienen que garantizar un mínimo de promoción del 95% del total de los alumnos que lleguen al final del año escolar en la institución educativa.
Este criterio de promoción del 95% establecido en el decreto
.3055/2002 ha tenido fuertes contradicciones para la toma de decisiones de promociones de grado ya que algunas instituciones se han visto obligadas a promover estudiantes con evaluaciones muy bajas (insuficientes) en tres o mas áreas debiendo cumplir con las recuperaciones a más tardar una semana antes de dar comienzo al nuevo periodo (año) escolar como lo reza el articulo 10del decreto 230/2002.
A la pregunta: ¿DE ACUERDO CON LA EXPERIENCIA RECOGIDA EN ESTOS CINCO AÑOS DE APLICACIÓN DEL DECRETO 230 DE 2002, LA PROMOCIÓN AUTOMÁTICA ALLÍ
ESTABLECIDA, TIENE EL EFECTO FORMATIVO QUE SE LE ATRIBUYE? quiero contribuir con los comentarios que expertos hacen acerca del decreto.

La pedagoga Marta Yaneth Castillo, presidenta de ANDERCOP, nos cuestiona diciendo:" Hasta dónde puede ser productivo para una persona saberse ignorante y forzada a enfretarse a nuevos retos más complejos y difíciles, con la persistencia de sus debilidades conceptuales, ¿cómo una persona que no sabe caminar puede correr? ¿cómo una persona que no comprende qué es una causa y una consecuencia puede tomar decisiones de peso sobre su vida o sobre su comunidad o sobre una decisión tan profunda para la vida como es el momento en que inicia su vida sexual y con quién?, cómo es que por decreto se desvirtúa un proceso y a la vez se exige que el proceso de evaluación sea sobre un procesos y no sobre un resultado? ¿En qué dilema estamos?
¿Cuál es su opinión?
!Adelante!

5 comentarios:

Roberto Agudelo Grajales dijo...

Toda la evolución y revolución que hemos presenciado en el sistema educativo del país y en este campo de la evaluación que es el que nos convoca en el momento, tenemos que hablar de bondades y falencias en todos estos cambios.
En cuanto a la evaluación debemos anotar como fortaleza el propender por un sistema evaluativo que no busca el medir conocimientos pidiendo cuentas de lo aprendido, sino el buscar a través de mecanismos pedagógicos el emitir un concepto sobre lo que han recibido nuestros estudiantes a lo largo del proceso de enseñanza/aprendizaje; qué modificaciones cognitivas hemos logrado en ellos como sus mediadores pedagógicos; pero como gran falencia hemos de mirar lo de la promoción automática, que no es otra cosa que ese salto brusco que permitimos como docentes, haciendo que los alumnos sin estar debidamente preparados se enfrenten a situaciones que los van a poner en condiciones de no saber qué hacer frente a los planteamientos y conocimentos que se les van a ofrecer en grado más alto.
A mi modo de ver el efecto formativo, es más bien poco; por la sencilla razón de que no puedo dar de lo que no tengo.

Luz Yepes dijo...

Gracias Roberto por su participación.
Es importante preguntarnos ¿Qué tan formativo es que un estudiante pase de un nivel a otro sin considerar si se ha logrado avances en lo intelectual y lo social?

Agrego la debate:
La Fundación Internacional de Pedagogía conceptual Alberto Merani, al respecto aporta:

A diferencia de las ideas constructivitas, colindantes con las pedagogías activas que avalan la enseñanza como un proceso lúdico, grato y juguetón, aprehender exige SIEMPRE esfuerzo y de largo aliento, proceso del cual es muy delicado eximir a una generación completa de estudiantes, preciso cuando dan sus primeros y definitivos pasos en este mundo; no siempre amable, ni condescendiente.

Muy claro es que la seguridad del pasar del año inhibe que los estudiantes formulen una expectativa de logro positiva de sus resultados por venir. ¿Ahora para qué esforzarse?, ¿Para qué intentar sobresalir? Para nada. Y menos aún creen una expectativa negativa de temer al fracaso. Temor que en la vida real desempeña un muy sano papel preventivo.

Ser promovidos sin esfuerzo les transmite a los estudiantes la ingenua ideología rousseauniana de que la vida es fácil, habitable, recuperable; mientras implanta en sus mentes, las de una generación completa, el imaginario del mínimo esfuerzo. Un hecho psicológico muy grave.

La porción automática también impide al profesor, y mucho más a la institución escolar, alcanza los logros, al eliminar por obra de decreto las motivaciones positivas (apuntadas a lograr bienes), de la mano con las motivaciones negativas (apuntadas a evitar males). Las dos reguladoras por excelencia de la conducta humana. Muy graves consecuencias. Mientras que si el sistema educativo aumenta paso a paso la exigencia, estimularía que sus aprendices desplegaran sus capacidades, a través de la sana competencia con ellos mismos y con los demás; base para las motivaciones que creen sentido, interés, expectativa. A diferencia, sin retos se bloquea el sistema afectivo de los aprendices con bajos o nulos niveles de expectativa frente a su formación escolar, sumiéndoles en actividades “sin sentido”, fáciles e irrelevantes de cara a las futuras realidades sociales que sí les plantearán altas exigencias, por ejemplo en la exigencia vida laboral.

Luz Yepes dijo...

Continuamos el debate...adelante.

"Ser promovidos sin esfuerzo les transmite a los estudiantes la ingenua ideología rousseauniana de que la vida es fácil, habitable, recuperable; mientras implanta en sus mentes, las de una generación completa, el imaginario del mínimo esfuerzo. Un hecho psicológico muy grave."
¿Qué opinas al respecto?

Andrés Felipe Guzmán L. dijo...

Buenas tardes...

El cambio que el Foro Educativo NAcional: Evaluar es Valorar, apunta a ese tópico que estamos tratando en este momento en el blog.

Es casi un hecho de que la actual normatividad sobre la promoción automática cambiará: la salida del tope del cinco por ciento permitido para la repetición en el plantel, hacer más compatibles la evaluación de procesos y de resultados y una mayor flexibilidad y libertad para adaptar a los diferentes contextos la norma, serán nuevos elementos que se tendran en cuanta a la hora de reformar esta normativa.

Pero estos cambios impondran retos a los docentes. Requerirá un cambio de actitud en el proceso de enseñanza aprendizaje, pensar en evaluar teniendo en cuenta la realidad y capacidades de los estudiantes, hacer de la evaluación un proceso contínuo y flexible y reformar este tema en los colegios para que sean mas inclusivos.

Roberto Agudelo Grajales dijo...

La cultura del facilismo se ha de combatir generando expectativas interesantes y agradables en nuestros estudiantes, de tal manera que las propuestas que les hagamos sean llamativas para ellos.
Sabemos que somos fruto de la cultura de que todo entra por los sentidos; entonces tenemos como docentes el reto de hacer de la enseñanza algo agradable, de tal forma que interesemos a nuestros estudiantes con todas las actividades que les propongamos haciéndoles ver que todo lo que aprendan les ha de servir para la vida, teniendo como referente imprescindible una educación con pertinencia social; ésto es, una educación que todos los días está respondiendo a las necesidades de nuestros estudiantes.

Yo creo que las cosas ganadas con esfuerzo, generan más satisfacción en las personas; de ahí que es verdad que el ser promovidos sin esfuerzo alguno les genere la sensación de la ley del mínimo esfuerzo a los estudiantes.

Creo, a mi modo de ver, que el Ministerio de Educación Nacional, ha caído en la cuenta del error cometido en el decreto anterior y por eso, fruto del Foro Educativo Nacional "Evaluar es valorar", se ha propuesto la reforma de dicha ley (decreto 0230 de 2002), haciendo caer en la cuenta de que los procesos se han de llevar como deben ser; exigiendo de los alumnos que cada día se preparen de la mejor manera posible, buscando siempre la excelencia en la calidad educativa.